Imagen

Perspectivas de un Villacarrillo en otoño. Por Luis Gallego

Villacarrillo

Tenemos que seguir peleando. Sin relajación posible. No nos queda otra. No hemos vencido y se avecina mal tiempo: el propio de este noviembre (casi diciembre); las previsiones de un invierno adelantado que, incluso, anuncia nieves y esa otra nube negra que se instaló en nuestras vidas a principios de un año, el 2020, que tacharemos de nuestro calendario. Dicen que se acerca la luz. Una vez que se instale, definitivamente, tengo la sensación, la seguridad, de que el mundo va a salir a disfrutar de la vida al cien por cien. Ya sabemos lo que nos podemos perder, de la noche a la mañana, así que tenemos claro que cualquier minuto cuenta. Cualquier detalle, por pequeño que sea. Cualquier suspiro debe ser inhalado sin miramientos. Villacarrillo es luz, es esa luz que necesitamos para vivir plenamente. Sus calles, sus plazas, sus campos…Desde cualquier perspectiva, Villacarrillo debe volver a ser respirado a pleno pulmón. Quedan meses, dicen los expertos, pues sigamos siendo responsables, estemos alerta y vivamos con contención y respeto, porque el virus no se ha ido y se avecinan, como decíamos la principio, semanas muy complicadas. Solo hay que asimilarlo y cuidar de nuestra salud, pero, sobre todo, de la de los demás. Hasta que todo esto pase disfrutemos de Villacarrillo de esta forma tan bonita, como nos deja caer aquí Luis Gallego López.

Deja un comentario