El reloj marcaba las 20:00 horas de la tarde del Viernes Santo, el sol se empezaba a esconder y las puertas de la Parroquia de la Asunción se abrían para que la Cofradía del Santo Sepulcro y la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores “La Soledad” hiciesen su estación de penitencia por las calles de nuestro querido pueblo. La luz ya provenía de los nazarenos que portaban sus cirios con tulipas y unas túnicas negras con capa de color amarillo oro. El señor en su urna era portado de manera elegante por sus hermanos y devotos que vestían la túnica de color negro pero sin capa. Era un día triste porque se daba testimonio de fe de que Jesús iba camino del sepulcro. Detrás lo seguía su madre con las manos entrelazadas y sufriendo el dolor y la soledad por la muerte de su hijo. Era llevado de manera soberbia por sus costaleros y con la cera encendida y el palio de maya bordado en oro, “La Soledad” lucía con esplendor en una tarde gris y de tristeza para poner el broche de oro al Viernes Santo.
Fotografías por Luis Gallego.