Cambiamos de ubicación pero no de contexto. La alegría, el calor de nuestros vecinos y vecinas, la predisposición de muchos colectivos participantes y las ganas de volver a vivir un evento como este, hicieron de la noche del pasado día 23 todo un espectáculo de convivencia y de buenos deseos. Migas, chocolate, anís, dulces, artesanía, villancicos, niños y más niños, ángeles voladores y, por supuesto, María, José y el niño Jesús. La parroquia de San Francisco se convirtió en un enorme Belén Viviente al que acudieron cientos de vecinos. Muchos de ellos recopilados en estas fotografías.
Un Belén más vivo que nunca…
Cambiamos de ubicación pero no de contexto. La alegría, el calor de nuestros vecinos y vecinas, la predisposición de muchos colectivos participantes y las ganas de volver a vivir un evento como este, hicieron de la noche del pasado día 23 todo un espectáculo de convivencia y de buenos deseos. Migas, chocolate, anís, dulces, artesanía,…
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