La Casa de la Juventud desde ayer se viste de color, de fe, de esperanza y de mensajes muy profundos e importantes. Así lo destacaba nuestra concejal de Cultura, Rocío Marcos, durante la presentación de esta muestra: “Para mí es un orgullo poder abrir las puertas de esta sala expositiva para Liliana Coronado, o Lili, como se la llama cariñosamente. Esta mujer, esta artista, es todo un referente en nuestra provincia. Y es que su obra está impregnada de los colores más espectacular de su paleta, una muestra cargada de sentimiento, belleza y valores. Los Derechos Humanos como bandera; las migraciones, las misiones, el ayudar al prójimo sin otra compensación que no sea la de la satisfacción de saberse útil”.
Liliana es natural de una ciudad de Perú, pero está muy arraigada a nuestra tierra. Le apasiona la iconografía religiosa y las pinturas africanas y latinoamericanas. Dice que cada uno de sus cuadros es como un hijo suyo y así debemos de mirar esta colección de obras; con el corazón abierto.
Contamos con la colaboración del coro Nuestra Señora de la Asunción de Villacarrillo y de un trío de ases, amigos personales de la artista, que nos deleitaron con sonidos provenientes de África o Latinoamérica.
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