Vuelven a poner de manifiesto que sus montajes no son un mero trámite para sacar dinero para el viaje de fin de estudios. Los alumnos/as de 4º de la ESO del colegio Nuestra Señora de Las Mercedes; junto a profesores, antiguos alumnos y algunos invitados de excepción, dieron buena muestra de lo que son capaces: interpretar, bailar, hacer reír y, lo más interesante, lanzar mensajes, nada subliminales, sobre lo que es la vida y la mejor manera de afrontarla.
Valores que se inculcan en el colegio y que trasladan en estas obras de teatro (musicales) que tanta expectación levantan. La excusa fue la de poner en marcha un circo (que llega a una ciudad cualquiera) que viene cargado de ilusiones y esperanza; de risas y algún llanto, de paz y armonía así como de segundas oportunidades, esas que no ofrece la vida real, por desgracia. Había que ir tomando buena nota del texto de este montaje cuyos artífices, Rafael Turner, escudado siempre por Diego Marín, supieron meterse al numeroso público en el bolsillo. El año que viene más y seguro que mejor aún.