ENTREVISTA EN EL CIELO. DE PACO ROMERO A SU ETERNO E INSEPARABLE “MONTA”

Una vez que pasan los años la tristeza por la pérdida de un ser querido se va convirtiendo en un agradable recuerdo. No hay mayor honor para el que se va que parezca que nunca se ha ido, labor que corresponde a los que se quedan. Que sus “fechorías” vitales sigan latentes y muy vivas en el corazón y la memoria de aquellos que le amaron y le aman. Él está muy presente y es extraño que nadie le haya hecho el homenaje que se merece. Hombre cultivado y gran aficionado, en su momento, a cantarle a la vida. Una vida que no quiso corresponderle y que se lo llevó a muy temprana edad. Pero gracias a esto de las nuevas tecnologías (que también llegan al Cielo) nos hemos topado con esta entrevista que, in situ, le hace su eterno amigo del alma (uno de los muchos que tuvo). Por cierto, manda recuerdos…

Monta ULISES MONTAÑÉS.- Por Paco Romero
Ulises pensó dónde ir esa mañana, si a por espárragos o a por sardinas. Era un mundo extraño. Ese estar como en tierra de nadie y entre nubes. Ahora tenía unos vecinos de puta madre. Estaba aprendiendo guitarra, más compases y truquillos de un Paco, ese “niño de la Lucía”. Y a veces en petit comité, le tocaba poniendo todo de su parte al otro vecino, “Camarón de una isla”, cuando iban a por sardinas. Y entre cantes es feliz.

Le jodió mucho dejar a su madre sola, en eso de la tierra. Aunque ella tuvo tiempo de despedirlo. Era muy doloroso ese notar la presencia. En la casa hay silencios, sus libros, su música y infinidad de fotos, repartidas por todos lados; la madre pasa mediodía limpiando los marcos y enviando besos. Yo, en sueños me pierdo por esos universos y ciertos duendes me dejan pasar a hacerle una entrevista.
Ulises para la tierra y Monta pa los amigos.

-¿Cómo estás?

–Estás muy perdío, Paco.  Como te lo explicaría yo en menos de 29.876 palabras, siempre te lo dije y veo que no has cambiao. Estoy jodio y me acuerdo de mi pueblo. Ese tan grande como Villacarrillo, me acuerdo de mis 37.898 amigos y conocidos, pero sobre todo de mi madre. Cómo tu nombre pero en femenino. Siempre le dije a mi madre; “jamía que nombrajo te pusieron”.  Pero eso no hizo que no la quisiera casi como a ti. Como a la niña de mis ojos.

– Nene, pos te veo igual. No has cambiado. Esa lengua voraz y desparpajo a la hora de discernir.

— Bueno, ahora me contengo algo más, he reposado mis pensamientos y, de las cosas que más amaba como el flamenco, lo tengo ahora muy a mano. A veces canto las letras de mis canciones en francés y me vienen tos los franchutes a escucharme. Me acuerdo de mi don Miguel de la Hoz, ese que tanto me enseñó, luego de mi Josefina con la que me partía haciendo chistes en ese idioma y esa complicidad…

– ¿Alguien así de quién te acuerdes?

— Joer, bueno anota: Javi de la farmacia, Cristie, Adela, mi Pepe y su guitarra, su hijo. Luego tú, ese guiri asqueroso, Tommy, al que empecé a apreciar al final, a Mari Paz, a mi María Luisa, mi Paco…su hermano Pedro, a su mujer Pilar, tan amable siempre conmigo… Pues si es que no me caía nadie mal y yo se que me querían. Mi amigo Reyes, Cánovas, Manoli de la Hoz, Juan Luís Quesada, su mujer Paqui, etc, etc. infinito . Y la verdad que to el pueblo, ese mi bar del Ataúd, los bares viejos del Cerro Águila…me acuerdo de nuestras escapadas a Madrid, a la Costa del Sol y a tantos sitios, esas playas que me llevaste y nudistas y ese casi matarme para llegar…

Monta… ¿y de algo que te arrepientas?

— Bueno terminar mal con una de mis mejores amigas de siempre. Ella en Jerez y me jode… tantos años pensando en ir a verla para eso de las Zambombas y nunca viví esas noches flamencas, con tanto arte. Hubiera disfrutado como marrano en un charco.

– De alguna otra cosa más, me están dando toques esos malditos duendes.

— Puede de ese no haber ido contigo a París. En eso te fallé…

– Calla, fui con Tommy y nos lo pasamos muy bien, pero me faltó Bohemia. Lo vi muy turístico y artificial…

— París, no me digas eso. París es maravilloso, yo mataría a 23 duendes por volver, pero con ese Paco tonto perdío. Da recuerdos a to el pueblo. Echo de menos presentar cosas en el Coliseo. Da recuerdos a tu familia.. A María…A Agu…a los Camachos…Ah..a Manolo del Big Ben...a la Rufa….a esas hijas y a Fernando…a Lola, ya la veo y está to el día en la cocina, haciendo leche frita y las croquetas con algo parecido a nueces…

-Hasta pronto, amigo…

–Quédate con Dios.

P/D. Solo pretendo rendir, en cierto modo, un pequeño homenaje a esa gran PERSONA…que nos dio tanto en vida. Estoy seguro, que andará con toda la gente del pueblo, liándola parda, por esas nubes infinitas (algunos lo llaman cielo).

Paco Romero entre nubes. 

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