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Días de pequeñas despedidas con Rocío Marcos, concejal de Cultura

Una vez acabada la vorágine electoral es el momento de seguir trabajando en pro de la Cultura en Villacarrillo. Algo que nunca ha tenido pausa, solo los pequeños descansos correspondientes. Sin embargo, estos días son muy especiales pues, hasta la toma de posesión de la nueva corporación municipal y equipo de gobierno, con sus correspondientes nuevos (y viejos) concejales, los/as encargados/as de las distintas áreas municipales siguen trabajando para que la rueda no pare. En Cultura, es Rocío Marcos la encargada de seguir la tarea hasta el próximo 17 de junio. Y hay mucho que trabajar: Otoño de Teatro (ayer tuvimos la primera reunión preparatoria, como es habitual en el mes de mayo), en breve nos reuniremos para hacer lo propio con Los Jueves y Viernes de la Villa, entregaremos los premios de nuestra Primavera Literaria y así hasta que el nuevo o la nueva concejal venga a trabajar, del mismo modo y, seguro, que con las mismas ganas que la concejal saliente.

Ayer, Rocío Marcos se despidió, tras ocho años de estar codo con codo, de dos colectivos muy importantes en Villacarrillo: los grupos de teatro locales (hasta 8 en la actualidad) y de las alumnas del curso de bolillos de la Universidad Popular, la asociación Lucía Cruz. Con los primeros pusimos sobre la mesa la nueva edición de un Otoño de Teatro que, de momento, ya es en un 90% villacarrillense. Con las encajeras se compartieron viandas y buenos deseos, ya que toman su descanso hasta un nuevo curso. Y lo mejor de todo es comprobar cómo los abrazos recibidos ayer son el mejor garante de un trabajo que ha dejado una huella importante en el tejido cultural de este pueblo nuestro. Podrá haber gustado más o menos, habrá quien haya tenido sus diferencias, otras propuestas, otras ideas…pero si te abrazan así, y tanto, es porque algo bueno has hecho. Sobran las palabras. Son 8 años al lado de una amiga, no una concejala (hablo en primera persona). Yo no me despido, solo pongo sobre la mesa lo vivido, visto y oído, estas dos últimas lesgislaturas. No hay color político que valga, en este caso, ni “peloteo” innecesario. Solo un punto y seguido al buen sabor de boca y la felicidad de trabajar con alguien con tan buen talante. Quedan 17 días, o más, de muchas emociones…

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