Diez años que no son nada y son mucho para estos niños (los de 2009), que soñaban con cantar o aprender a tocar algún instrumento, para convertirse en hombres (los de 2019) cuyo sueño, ya cumplido, les ha hecho recorrer muchos kilómetros de carretera: la física y la de la propia vida. Experiencias y anécdotas se cuentan por decenas y nosotros, que les vemos crecer, nos emocionamos con la respuesta del público, en este caso el de Los Jueves de la Villa que ayer abarrotaba el Parque Municipal para verles, de nuevo, celebrando este cumpleaños. Por su formación han pasado diferentes componentes, hombres y mujeres que se han ido sumando al proyecto.
Ayer vimos un grupo de cuatro artistas con una madurez importante y unas tablas que van pegándose a sus suelas de una forma contundente. Enhorabuena y felicidades.