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AHISVI publica el número 21 de su revista con nombres como los de Paco Coronado, Luis Fernando Poblaciones, San Juan de la Cruz o Antonio Corencia

21 ediciones de una revista única. La asociación Amigos de la Historia de Villacarrillo acaba de lanzar el nuevo número de esta publicación que recoge muchos documentos imprescindibles para conocer quienes somos y de dónde venimos. Os dejamos el sumario con todos y cada uno de los artículos publicados. Se puede adquirir en los puntos habituales: Librería Global, Milenio y Estanco Teresa Cruz.

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Paco Coronado y su Villacarrillo Costumbrista (Homenaje)

Francisco Coronado Molero

Paco se nos fue hace poco tiempo. Muy poco para asimilar tan triste pérdida. Paco Coronado fue (es) un hombre de cultura y memoria; de talento y talante. Una pérdida irreparable, otra más dentro de este laberinto de pesadilla en el que se ha convertido el último año. Hemos estado dándole vueltas a la manera de rendir un pequeño homenaje a este gran hombre y no se nos ocurre nada mejor que recuperar sus escritos. Su colaboración en el Libro de Feria y Fiestas de Villacarrillo, paralela a su labor dentro de la asociación Amigos de la Historia, era una de las más esperadas, llegado septiembre. Su “Villacarrillo Costumbrista” rescataba obras de arte desde su memoria, repetimos, y experiencia de vida. Esas cosas que pasaban en nuestro pueblo y que él contaba como nadie. Durante las próximas semanas vamos a ir recuperando esos artículos, ya publicados en el mencionado Libro de Feria , para este Diario Cultural de Villacarrillo y para los que quieran asomarse (si no lo han hecho ya) al imaginario “real” de un artista de la palabra. Va por Paco Coronado…

UNA TARDE DE RABONA (Último artículo publicado en el Libro de Feria y Fiestas de Villacarrillo de 2019)

 

            Desde el pupitre, junto a la ventana del aula, percibo el golpeteo del agua de lluvia en el ventanal: graneado, acompasado, firme; las ramas desnudas de los árboles, alineados con la fachada del colegio, giran, se comban y se baten azotadas por el fuerte viento en su porfía por desarraigar la naturaleza inmutable de aquellos. Dos bombillas salpicadas de cal esparcen su luz mortecina por el salón; noviembre otoñal; días oscuros que hacen necesario su encendido al poco de comenzar la clase de la tarde. Hace frío en el salón, apenas si puedo hacer el huevo con mis dedos enteleridos; pero la solución al pasmo es fácil y rutinaria. Entre la mesa del maestro y la papelera está ubicada la estufa. El trío de enseres, pura lógica, determina la zona más pretendida, si bien la calidez que irradia la estufa se queda en los primeros bancos. Me planto junto a la papelera provisto del lápiz y de la maquinilla. Conformo desbrozo el lápiz, la punta ha quedado muy perfilada, extiendo las manos y me llega el calor que esparce la estufa.

Safa 1964 Jul. Escuelas de Safa. Entrada y Fachadas. Foto Baras

Este pesado ingenio, fabricado en hierro, reduce a ceniza la madera y los codiciados tacos: daban entretenta [sic] para un rato largo, y construíamos cuanto nuestra imaginación daba de sí. El humo de la combustión llega hasta el exterior a través de un tubo herrumbroso, unido a dos codos; por una abertura practicada en el cristal superior de la ventana sale el humo y se dispersa en distintas direcciones, a capricho del vendaval. Crepitan las astillas de tea y levantan aromas a sahumerio. Se acuerdan ustedes, mis coetáneos, pupilos ave marianos, del regocijo que sentimos la mañana en la que la palmeta, cristianada doña Petronila, y que en el sacramento de la confirmación se le añadió el nombre de “Cuchara”, éste por su forma, se consumió en el vientre de la estufa menguada a cenizas. Dañino instrumento de castigo si el educando renegaba de los preceptos educativos. Su condena al fuego traía su ser, al ser informados por la superioridad, de que en el tiempo de catecismo, de aquella tarde, habría preguntas arbitrarias y para su contestación estaba convocada la totalidad de la clase; si bien, una de ellas iba fija: número sesenta y siete de la página veinte. Otra consideración la ignorancia y los fallos se penarían con la cuchara: la bestia parda. Enterados.

   Mi cartilla escolar

Ya desaparecida, los autores de la volatilización llegábamos despreocupados; el resto, se había frotado la palma de la mano con un ajo, con el iluso convencimiento de que el palmetazo produciría la fragmentación inmediata de Dª Petronila.

– Sí, muy listos, muy listos sois vosotros; a ver, tú, anda a la clase de al lado y le pides a don Domingo que te dé la cuchara –, sentenció don Miguel. Pues sí, existía otra; sobre la mesa del vecino maestro y en orden de combate, celaba otra palmeta que resultó prima carnal de la sobredicha Dª Petronila. Se nos fue el cochino sin capar.

Hace poco, estuve hojeando la cartilla escolar del colegio Sagrada Familia; en la mayor parte de las calificaciones voy sobrado, si bien en escritura y dibujo ando escaso; materias ambas que, de ser hoy auditado, volvería con la seño, a la batita azul Mahón y a la sillita. Aparte de las notas se exponía el comportamiento en clase o el aseo, actitudes denominadas “Hábitos”; por otro lado, en el apartado “Asistencia”, se computaban las faltas a clase; al exponer este apartado hay que ponderar dos consideraciones explicitas: las justificadas y las sin justificar; la primera contingencia era subsanable y no computable, estaba respaldada por la justificación paterna. ¿Las no justificadas? … eran eso, injustificables. Su causalidad dependía el estado de ánimo del infractor “Hace buena tarde, no vamos”, “¿esta tarde vamos a ir, que va a preguntar?” y preferíamos otra actividad extraescolar: “¿?” Sí, acertaste: rabonas, las rabonas. Hacer rabonas era, básicamente: rehuir, evitar, faltar a la clase. La confraternidad con individuos del centro y este de la península, que aterrizaban en el pueblo para las vacaciones de verano y en la feria, nos dejaron un par de vocablos en sinonimia con nuestra palabreja rabona: novillos y pellas.

Yo hice rabonas a sabiendas del castigo que gravaba la falta, a saber: castigo académico, con la anotación numeral en mi cartilla escolar y asunción, en la escuela, del penoso castigo físico. El segundo tormento era el castigo familiar, que era de inmediato cumplimiento si algún cascarilla, motu proprio y súbito, se dejaba caer por mi casa y daba cuenta de la incidencia: encomienda que asumía el acusica gratamente, cuando hacía de mensajero del maestro.

            Atrás dejo la teoría y entro en la realidad de aquellos años. El que narro aconteció una tarde del otoñal mes de noviembre: dio mucho de sí. Los sentimientos y emociones que describo los viví tal y como los cuento.

              Catecismo

            Hacía rato que habíamos escuchado la señal de las dos y media de la tarde, aviso previo al parte de noticias en Radio Nacional. Volábamos sobre el lateral del paseo en el intento de llegar a la escuela antes de que cerraran la puerta;, peor, no había ni rastro de la formación que, anticipadamente, forma junto al colegio; peor, don Miguel León, en el soportal, mira el reloj, traspasa la puerta y la cierra con llave.

– Corre, Paco; tira que llegamos; llamamos y entramos – me dice Luis.

– Sí, hombre; – le contesto – ¡Que don Miguel nos acecha! ¿Quieres que nos fría a guascas?, pues no lo tiene bien dicho: una vez formaos y dentro de la escuela, pobre del que llegue tarde; así que date la vuelta y cuando sean las cinco volvemos, nos revolvemos con los otros y nos vamos a nuestra casa.

– Bueno, ya verás. Mi abuela me tiene advertío que no salgo en to lo que queda de año. ¡Es que la semana pasá tuvimos otra como esta! y también se enteró; me ha puesto el brazo como un nazareno.

– Pues si entras, no te quiero decir cómo te los va a poner don Miguel – le decía yo, dirigiéndonos a la tribuna del parque. Seguro que, en ese instante, se produjo una interacción recíproca, o sea que dio su fruto la coacción inductiva de mi influjo y nos llevó a borrar de nuestro ánimo cualquier sentimiento de culpa o de miedo; también coadyuvó la cálida tarde: hacía un sol de no te menees a pesar de ser otoño. Subimos a la tribuna; dejamos a un lado las carteras y nos solazamos cruzando entre los tubos de hierro de las barandillas, ajenos al pitoste que se iba formando en las aulas orientadas al parque, una de ellas era la nuestra; faltó tiempo para que el enterado de turno pusiera en conocimiento del maestro la tamaña estupidez que se estaba produciendo ¡Qué par de majaderos!

            Cesó el equilibrismo y resolvimos emplear el tiempo restante en darnos unas sesiones de hinca, el barro no se había secado en su totalidad y era fácil encontrar una buena torta. La carretera muerta, que entonces no lo estaba, era el sitio idóneo y además estaríamos quitados de en medio. Esta vía, era la salida de Villacarrillo, tras atravesar el interior del pueblo, de la N-322 que llevaba de Córdoba a Valencia. Buscamos algo que nos sirviera de hinca y dimos con la vareta de un paraguas; una vez dividida dimos con un lugar espacioso, despejado de broza; la humedad de la tierra era idónea. Convenientemente hollado, trazamos la cuadrícula: ocho por dos cuadrados. ¡Veréis, este juego era de alta tecnología y sus componentes muy complicados de encontrar, y, además, el alto nivel de su ejecución, limitaba a los jugadores! Tirada a tirada, avanzamos siguiendo los cuadrados, uno a uno, con menos aciertos en los de arriba; tras innumerables fullerías, que nos abocaron a abandonar el juego y a arruinar, entiéndase “pisotear”, la cuadrícula, tomamos conciencia de la hora y bajamos hacia el colegio como balas.

Desde un lado del kiosco de Los Rosales, vemos aparecer a los colegiales, que, poco a poco, van saliendo de la escuela; saltamos la barbacana con la pretensión de diluirnos, en la marea azul mahón de uniformes. Imposible, nuestra presencia centellea y en pocos segundos: ¡Eh, mirar! ¡Los raboneros!

            – ¡Luis!, ¡Paco! – a voces, Pacheco nos llamó, – Os la habéis cargao, el maestro ma mandao pa que le diga a tu abuela y a tu madre que habéis hecho rabonas y que tenís falta.

            – Pacheco, como vayas con esas a mi casa, cobras, – le dije. Ni caso, se fue a cumplir la encomienda y Luis, totalmente atribulado, se fue con él.

            Ahora sí se va a liar bien. Cualquiera acude. ¡Menuda!, van a llover correazos y alpargatazos a discreción, sin mirar la cantidad ni el lugar en el que se depositen. Sé que me van a calentar. Instintivamente pensé en alargar la fuga, sin considerar, tampoco tenía edad para hacerlo, el final al que abocaría aquella fechoría, ni la desazón que provocaría en mis familiares. Evitar el castigo era mi empeño: mientras no acudiera no habría estopa. Una vez salí de esta tribulación, fijé un operativo y decidí desaparecer del paseo como primera determinación.

            Precavido, aprovechando la ambigua luz del atardecer que me serviría de cubierta y evitando a conocidos, inicié la segunda parte de mi subrepticia peripecia. Bajé por la carretera, como relaté antes esta vía atravesaba la población, y al llegar al puente que lleva a la Carnicería, giré a la izquierda hacia el arco del Cristo de Salud, que traspasé. Al salir a la Plaza de los Caños, vaya potra: mi tía bajaba por las escaleras del Arco Alto, oteando a ambos lados y siguió hacia el ayuntamiento: estaba clarísimo, iba en mi búsqueda. De una carrerilla, dejando a mi derecha el bar Quevedo, alcancé los portalillos. Mi tía persistía; en nada la tendría a mi lado. Mente rápida, solución: la librería de Antonio Párraga que estaba poco más arriba. Entré; a través de los cristales vi acercarse a mi rastreadora; tenía que desaparecer de la puerta, para ello diluí mi menudencia entre un grupo de clientes; transcurrió un siglo, tal vez dos y, receloso, salí a la calle: ni rastro. Desasosegado, no intuía cómo me ocultaría. Me lo puso a huevo el tañido persistente de la campana del Cristo tocando el primero de la misa de las siete y media. No lo dudé: a la iglesia. Por el callejón de “las Hojalateras” y siguiendo Arco Alto, subí a la plazoleta; entré en el templo tras cruzar la Puerta del Sol. Último acto.

Penumbra; varios puntos vacilantes titilaban en el altar mayor; las letanías susurradas por las beatas, agrupadas en los bancos de madera junto al altar y otras en los reclinatorios situados en las naves laterales; olor a humo de vela, incienso…   ¡Vaya desaliento para mi ánimo! La conmoción me sobrepasó; quedé pegado al suelo.

   Reclinatorio. Maestrotapicero.com

A algunos jóvenes lectores, “reclinatorio” les sonará a algo viejo y decadente: pues sí, su uso y permanencia en nuestro templo, venía de siglos atrás, despareció a mediados de los años setenta. El reclinatorio es un mueble de rezo a modo de silla, con cuatro patas cortas, un pasamanos para apoyar las manos y una pieza acolchada sobre la que arrodillarse; su uso era exclusivo de la clase acomodada de la época. Cuando serví de monaguillo en la parroquia, llamó mi atención una peculiar circunstancia que era común en estas sillas; fuera de su uso en las horas de culto, cada reclinatorio quedaba inamovible: una cadena, asegurada por un candado, rodeaba la tabla abatible, que servía de asiento, y de esta manera quedaba el reclinatorio para el uso propio de la dueña.

Como decía, aquellas circunstancias impedían mi avance hacia el interior del templo. Empero, tiré para adelante y fui a cobijarme frente a la capilla del Santo Entierro, entre los reclinatorios, detrás de los asientos seculares que, años atrás fueron de disfrute exclusivo del usía campiñés. Me soplé el rosario y la misa. Ite, missa est, y los asistentes abandonaron el templo. De inmediato me envolvió la oscuridad; todas las luces eléctricas se apagaron, superviviendo la tenue luz que emanaba de las velas del altar y de las que, sobre largos candelabros, lucían junto al templete. Poco más tarde escuché el gruñido que hicieron los goznes de la puerta de la sacristía al abrirse. Instintivamente crucé ante del altar y me metí en un confesorio, junto a la capilla de ánimas. Oí pasos que subían por la escalinata derecha del altar; Cristóbal, el sacristán, provisto de un apagavelas, que no es otra cosa que una caña larga con un apagador metálico de forma cónica en su extremo, destinado a extinguir la llama de las velas o cirios colocados en alto, acababa con la llama de las candelas. Una vez terminó la operación salió por el mismo camino que trajo; quedó la menguada luz de la vela que ardía ante el sagrario.

Ntra. Sra. de la Asunción. Altar Mayor

Aquella oscuridad me amedrentó; presentí a mi lado algo, engendro o quimera, capaz de llevarme; en este trance, el silencio absoluto me hizo escuchar el fonema aciago que producían las maderas de los añosos bancos, al crujir. En esta tesitura: ni pajolera idea de por qué me encontraba allí y por supuesto, ni acordarme de rabonas ni de castigos ¡Me parecía poco el que estaba penando! Acurrucado en la esquina del asiento del confesonario, encogí y mengüé, hasta desaparecer. Llegaría a dormirme ¿Habría transcurrido una hora, dos, cinco minutos?

Desenlace. Me sobresaltó de nuevo el chirrido que hizo la puerta de la sacristía al abrirse. Asomé la cabeza a través de la cortinilla del confesionario y pude ver el haz luminoso de una linterna escudriñando el altar mayor, entre los bancos, en las capillas cercanas al altar y en el interior del confesonario situado justo enfrente. Varias sombras quedaban tras el haz luminoso; de entre ellas, una voz se me hizo familiar, era la voz de mi hermana. No tardarían en llegar a mi cubil; sí, sí, el cubil: de la fiera acojonada. Salí raudo; huí de allí buscando otro lugar. Llegué hasta el zaguán que precede a la Puerta del Sol que, lógicamente, al estar cerrada, convertía la estancia en una mazmorra. El zambombazo que se produjo cuando la puerta se cerró detrás de mí, rayó al de un trueno, y el retumbo que hizo en el templo, extendiéndose por las naves y bóvedas, levantó la liebre y puso a huevo de mis captores mi escondrijo; y hasta él acudieron. Sentado en el suelo, arrinconado en una de las esquinas del zaguán; las piernas encogidas apretaban la cartera a mi pecho. Esperé unos segundos; chirrió la puerta; un foco de luz maculó el cuadrangular recinto. Descubierto. La frase de la suerte: “Mirad ahí está”. Mi hermana me cogió por el brazo y de un mechón de pelo. “Pero bueno, tú sabes la que has liao” “Anda que te van a apañar”. Habían accedido a la iglesia por medio de una hija del sacristán, que también iba en la comitiva junto a mi vecino Jenaro; éste puso la linterna.

Salimos del templo; el chaparrón de reprimendas no amainaba. Yo, la verdad, no es que estuviera “feliz con iberia”. Indolente, no tenía consciencia del momento. La tensión de la espera, el estrés de la incertidumbre y la angustia habían desaparecido. Mi casa estaba ocupada por familiares y vecinos. Mi búsqueda había desparramado por el pueblo a todos ellos, incluso barajaron la posibilidad de radiarme por la emisora de la Cadena Azul de Radiodifusión (C.A.R.), que por entonces emitía en Villacarrillo.

Vi a mi padre venirse hacia mí con el propósito de arrearme. Mi madre, lloraba a lágrima viva; se notaba en ella el sufrimiento; me apretó entre sus brazos y me llenó de besos y de lágrimas; me apartó, impidiendo que recibiera el castigo: “Había aparecido, era lo que importaba”. Honda huella me dejó; todavía, hoy, cierro los ojos y su aroma me sosiega, me aquieta su abrazo, y me siento seguro apretado contra ella, salvaguardándome de cualquier daño. En ese instante me arrepentí del pollo que había liado; me entristecí. No supe, hasta años más tarde, descifrar aquel sentimiento sublimado en mi corazón y que ahora entiendo: discerní la bondad y la maldad. Granaba. Poco a poco la tensión se esfumó, revivió el cariño y la tristeza tornó a júbilo. “Venga ya’a aparecío, no ha pasao na” “Haber, cosas de críos”.

Condonación: pérdida temporal de privilegios domésticos, o sea, nada de salidas; sin juegos (no a la Era la Rubia, ni al Callejón); suprimida la dominical función de cine infantil; ¡Ah!, en el desayuno, la delicia de las galletas maría fue suplantada por la insulsez del pan migado. Por último una medida explícita: en evitación de nuevas rabonas, mi hermana acudía conmigo, mañana y tarde, a la puerta del colegio y esperaba hasta que me veía entrar al salón.

Francisco Coronado Molero. Villacarrillo 15 de agosto de 2019

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Revista AHISVI nº 19. Portada y Sumario

En breve estará a disposición del público en general. Ya diremos el modo de conseguirla y los puntos de venta. De momento ya sabemos cual será el contenido de este número 19 de la revista que editan desde la Asociación de Amigos de la Historia de Villacarrillo, AHISVI. Una gran noticia para los amantes de la historia de nuestro pueblo. La portada nos presenta una fotografía antigua del puente, o pasarela colgante, sobre el río Guadalquivir en Mogón. Firmas como las de Ramón Rubiales, Miguel Ángel Alonso Roa, José Miguel Marín Prieto, Ginés Torres Navarrete, Juan Gabriel Barranco, el GEV (Grupo de Espeleología de Villacarrillo), José M Marín, Asensio Torres, Juan Parral, Carlos García de Zúñiga, Toni Pérez, Antonio Pérez Ruíz, Jesús Rivas, Guillermo Ballesteros, Pedro Lorite o Julián de la Torre, dan contenido a esta publicación en la que se habla, entre otras muchas cosas, del Cortijo de Los Calares, de linajes extinguidos en Villacarrillo, del chapitel de la torre de Nuestra Señora de la Asunción, de la música en Villacarrillo y también del teatro, con un reportaje dedicado a la agrupación, Sonrías de Teatro.

Os dejamos, de momento, repito, con la portada y el sumario de este nuevo número que muy pronto verá la luz.

Revista AHISVI 2021. Nº 19

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La Feria Cultural de Amigos de la Historia

Amigos de la Historia nos ofrecen una serie de actividades, muy interesantes, de cara a esta inminente Feria. Nombres propios como los del guitarrista Julio Gimeno que hablará del insigne maestro Andrés Segovia y su vinculación con Villacarrillo. María del Carmen Martínez Quesada nos dará otra visión del pintor Cristóbal Ruíz. El magistrado Miguel Ángel del Arco que nos trae su libro, “La audiencia va de caza”. Del mismo modo el 7 de septiembre se inaugura una nueva exposición de fotografía antigua en la Casa de la Juventud.

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Nuestros jóvenes investigadores dando la talla en las XIII Jornadas Histórico-Artísticas de las Cuatro Villas

Villacarrillo muestra su herencia histórica dentro de las retomadas Jornadas de Estudios Histórico-Artísticos de Las Cuatro Villas, desarrolladas en la localidad vecina de Villanueva del Arzobispo el pasado fin de semana. Se habló, en lo que a Villacarrillo se refiere, de Andrés Segovia y su estrecha relación con nuestro pueblo, con una interesante conferencia a cargo de Julio Gimeno García, así como del Levantamiento de Villacarrillo contra El Adelantado de Cazorla, D. García de Villarroel, de 1520 a cargo de Juan Parral Huerta. Sin embargo queremos destacar la importancia de la participación de dos jóvenes villacarrillenses en este evento tan importante para mantener viva la llama de lo que nos define: nuestro pasado, nuestra cultura y la idiosincrasia que de ello se desprende y que nos hace ser lo que hoy somos. Son jóvenes, mucho, y apasionados de nuestra historia. Mucho también.

Los conocemos desde niños y es admirable que esta faceta calara tan hondo a tan corta edad. Así lo demostraron con sendas ponencias que hablaban de la Hermandad de Ánimas de Villacarrillo, a cargo de Guillermo Ballesteros Morcillo y del retablo de la Iglesia de Santa Isabel de los Ángeles, a cargo, en este caso de Raúl Vázquez Guerrero.  Rescatamos ambos vídeos de la mano de la página de Facebook, “Historia de un pueblo: Villanueva del Arzobispo”.

El Retablo de la Iglesia de Santa Isabel de los Ángeles de Villacarrillo por Raúl Vázquez Guerrero.

 

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XIII Jornadas de Estudios Histórico-Artísticos sobre Las Cuatro Villas

El Ayuntamiento de Villanueva del Arzobispo acogía ayer la presentación de estas jornadas que se retoman con el objetivo de seguir siendo un referente para la provincia como hilo vertebrador de una comarca que, lejos de competir entre sí, se une para dar a conocer nuestras señas de identidad, que prácticamente son las mismas.

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Cuatro municipios (Villanueva del Arzobispo, Villacarrillo, Sorihuela del Guadalimar y “la madre” Iznatoraf)  que conforman una comarca rica en historia, costumbres y artistas. Estas jornadas, las décimo terceras, se desarrollarán en la localidad de Villanueva del Arzobispo durante los días 21 y 22 de abril. Será en el Patio de Columnas del Ayuntamiento. Antes se han desarrollado una serie de actividades:

-18 de abril: Visita guiada de los alumnos/as a los lugares más destacados de las Cuatro Villas.

20 de abril: Inauguración de la Exposición Fotográfica itinerante de Las Cuatro Villas cuya primera parada será en el Teatro Cine Regio de Villanueva. En Villacarrillo está previsto que llegue a principios de mayo. 

Ese mismo día se inaugura la muestra colectiva de pintores de la localidad de Villanueva del Arzobispo. 

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Os dejamos el programa completo de las XIII Jornadas en las que participarán ponentes de reconocido prestigio y diferentes edades. Desde Villacarrillo aportan su sabiduría, entre otros, dos jóvenes estudiosos y entusiastas de nuestra Historia: Guillermo Ballesteros Morcillo y Raúl Vázquez Guerrero. Del mismo modo estarán presentes estudiosos como Manuel López Fernández, Manuel Amézcua, Arancha Medina, Juan Parral, Salvador Martínez, José Manuel Leal, Vicente Guijarro, Julio Gimeno, Miguel Ruíz Calvente, Manuel Jesús López, Pedro Martínez Magaña, José Antonio Yeste y la clausura que correrá a cargo de Juan Carlos Castillo Armenteros. Con la colaboración del Instituto de Estudios Giennenses.

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Portada para el nº 16 de la revista AHISVI

Ya tenemos portada para lo que será el número 16 de la revista que publica la Asociación “Amigos de la Historia de Villacarrillo”. AHISVI saldrá a la venta, previsiblemente, antes de que finalice este año. La portada está presidida por una fotografía de José Luis Martínez en la que podemos ver a la villacarrillense Carmen Poblaciones con vestimenta original del siglo XIX. Recordemos que ella fue una de la modelos que participó en el exitoso desfile de moda de Villacarrillo, a lo largo de su historia, organizado por la propia asociación.

Son muchos los colaboradores que participan en este nuevo número y cabe destacar la implicación de esos, cada vez más, jóvenes investigadores que, con menos de 18 años en algún caso, se perfilan como la mejor garantía de futuro para la conservación de nuestra historia.

Del mismo modo se anuncia una novedad: la inclusión de un “rincón gastronómico” en el que se plasmarán las recetas de los platos típicos de nuestra cocina.

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Nuestra Señora de la Asunción abre sus puertas al visitante también en invierno

Nuestra joya arquitectónica es uno de los principales atractivos de Villacarrillo. El monumento vandelviriano se convierte en visita obligada para los que vienen a vernos y por ello, también en esta época, se ofertan una serie de horarios para poder disfrutar, no solo de La Asunción, también se podrá hacer lo propio con Santa Isabel de los Ángeles.

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Montaje sobre una fotografía de la web: Adictos a los Viajes

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Memoria gráfica de una ciudad: Villacarrillo en Ideal

A partir del próximo 24 de septiembre, y con el periódico Ideal, podrás completar un álbum de fotografías muy especial sobre nuestro pueblo, sobre nuestra historia. Una colección de más de 70 instantáneas en las que se recogen imágenes de personajes históricos, rincones ya perdidos, calles, plazas, costumbres, tradiciones…Con la colaboración de Amigos de la Historia y particulares que no han tenido reparo en desempolvar sus viejos álbumes de fotos para este cometido.

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Encierros en los años 70 ¿A quién reconocéis?

Sigue siendo el principal reclamo de nuestra Feria. Lo hemos dicho muchas veces. Todo ha cambiado, para mejor por supuesto, pero la esencia sigue tan viva como los siglos de historia de nuestros encierros. Nuestro amigo, Paco Coronado nos dejó estas instantáneas en las que podemos reconocer a algún que otro vecino de Villacarrillo. Historia de nuestras fiestas…Bidones como barreras protectoras, calles empedradas y “maletillas”.

Mateo Vargas, Tobalera 1974. F.Vargas ManzanoEncierro en la plaza de toros. 70´ FdelArco. 2Encierro en la plaza de toros. 70´ FdelArco. 1Encierro bajando por la calle del Ministro Benavides. Años 70.Exposición AHISVICurva de Maculet 70´ Programa de festejosCarrera del encierro junto al Paseo Sto.Cristo 1970. J.A. Barberán

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Cosiendo la historia de Villacarrillo. Amigos de la Historia luce sus mejores galas

Gran trabajo. Gran tarde. El esfuerzo, al final, mereció la pena. El Centro de Ocio de Villacarrillo acogió anoche este desfile, organizado por la Asociación de Amigos de la Historia de Villacarrillo, en el vimos pasar, por un alfombra roja, todos y cada uno de los trajes, vestidos, ropa interior y complementos de la historia de la vestimenta de nuestro pueblo: desde el siglo XV hasta la década de los 70´s. La idea, el desarrollo y el enorme trabajo de esta actividad ya lo hablamos con la presidenta de la asociación, Meme Martínez (entrevista que podéis leer aquí) pero queremos hoy destacar y agradecer el grandísimo trabajo que ha habido detrás de este desfile.

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Trajes y complementos, muchos de ellos elaborados a mano para la ocasión, otros rescatados de armarios de familias villacarrillenses que los han cedido para la el evento. Eso no es flor de un día. Hay muchas puntadas, ensayos, caracterizaciones, estudio…Y salió perfecto. Un desfile y modelos que supieron lucir, no solo los vestidos y trajes, también la época ya que hubo cierto toque teatralizado en algunas de las presentaciones. Cada traje iba acompañado por una detallada descripción y argumento de la época en la que se lucía el mismo. Labor que corrió a cargo de Mari Carmen Vicente y Francisco Coronado. Pero son solo algunos de los nombre propios. Hubo muchos más que no enumeramos por no dejarnos a nadie. Enhorabuena a todos/as porque ayer hicisteis un traje con la historia de Villacarrillo.

Nota: en los vídeos que os dejamos a continuación faltan algunas partes del desfile que emitimos en directo y que podrás ver en nuestra página de Facebook, Villacultura Villacarrillo.

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La historia de la moda en Villacarrillo se desempolva. Entrevista a Meme Martínez (AHISVI)

Estamos ante una de las actividades culturales más llamativas e importantes del año en Villacarrillo. Lo decimos con conocimiento de causa y nos proponemos a darle el cariz que de verdad se merece: profundizando en la idea, en su planteamiento inicial, su puesta en marcha y desarrollo a lo largo de los dos últimos años. Porque esto no es trabajo de un día, ni de dos. Es fruto de mucho esfuerzo por parte de la Asociación de Amigos de la Historia y una serie de colaboraciones que han sido fundamentales para que, por fin, este próximo sábado salgan de sus armarios un centenar de trajes de época; desde el siglo XV hasta los años 70. La historia de la vestimenta  en Villacarrillo toma forma, se hilvana, se desempolva y adquiere vida. El próximo sábado (22 de abril) en el Centro de Ocio a partir de las 20,00 horas. Como decimos son muchas horas de trabajo y ensayos detrás de esta propuesta y muchas las personas implicadas, desde modelos a Algazara Teatro.

Entrevistamos a Meme Martínez Moya, Presidenta de la Asociación de Amigos de la Historia de Villacarrillo.

-. Pregunta: ¿Cómo surge la idea de poner en marcha una actividad de este tipo, tan atractiva como complicada?

Respuesta: La idea parte desde la Asociación de Amigos de la Historia, más en concreto de Charo Mora, tesorera de la asociación, y su hija María José Brocal, hace un par de años.  En principio propusieron organizar un desfile con el objetivo de recaudar fondos para Amigos de la Historia. Aprovechando esta iniciativa decidimos darle un carácter histórico ya que nuestro colectivo basa su existencia y su trabajo en la conservación de nuestro patrimonio así como velar por nuestra historia.

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-. P: ¿Y cómo ha sido el proceso, desde esa primera toma de contacto, hasta llegar al día 22 de abril, fecha de su puesta de largo?

R: Muy largo, más de dos años y muchas vicisitudes. Había que diseñar los figurines concretándolos en un periodo de tiempo determinado; desde el siglo XV hasta los años 70, ya que a partir del siglo XV, en plena hegemonía de España como imperio, nuestro país impuso los patrones de la moda en Europa. Yo misma, apasionada de la moda, comencé a recopilar figurines y a estudiar la historia del vestido en diferentes épocas y así nos pusimos en marcha. Consultando fuentes de museos del traje en España o incluso New York.

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-. P: Pero hay otros trajes de Villacarrillo que no han sido confeccionados porque son originales, algunos con más de dos siglos de existencia. Verdaderas joyas…

R: Sí, algunos vestidos los confeccionamos a partir de fotografías antiguas de mujeres de nuestro pueblo y otros los hemos sacado, directamente, de los armarios de algunas familias de Villacarrillo que nos los han cedido amablemente para el desfile y para una futura exhibición a través de una exposición que pretendemos poner en marcha. El traje más antiguo, que va a desfilar el próximo sábado, lo encontramos en un armario de una familia villacarrillense que no sabía ni de su existencia, confeccionado hace dos siglos.  Pero en otros armarios hemos encontrado muchas prendas antiguas: desde los propios trajes a ropa interior, camisones, enaguas, corpiños, mantones de manila  o una capa de hombre del siglo XIX cedida por Fernando Mora Régil, que nos llegó desde Oviedo.  Hemos ido seleccionando verdaderas joyas cuya conservación ya es muy complicada porque la seda de la que están confeccionados es muy delicada y de difícil mantenimiento.

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-. Y luego están los trajes que habéis tenido que confeccionar vosotras mismas.

R: Llevamos una colección de un centenar de piezas, entre vestidos de fiesta, calle, visita, ropa interior, vestidos de los años 70, etc. Muchos originales y la mayoría confeccionados con telas de la época, o similares, que hemos buscado en mil sitios. Otros vestidos los hemos reformado nosotras mismas para adaptarlos a su tiempo. La mayoría de los trabajos de confección  corresponden a Charo Mora y su hija María José Brocal, así como Elvira López. Yo he sido la figurinista (directora de arte) y he confeccionado todos los sombreros a mano, todos los antiguos. También destacar que he sacado de mi casa la colección de zapatos de mi madre, de distintas épocas que ella conservaba siempre. También hemos conseguido complementos de los almacenes de deshechos de una fábrica.

-. Y una vez terminada esta actividad: ¿qué va a pasar con esos trajes? ¿Volverán a sus armarios?

Esperemos que no. Llevamos mucho tiempo reivindicando a las diferentes corporaciones municipales que se ponga en marcha un museo- o que nos cedan las instalaciones- para organizar uno en el que se puedan exponer no solo los trajes sino todo lo relacionado con la historia de Villacarrillo. De momento en septiembre queremos abrir al público una exposición con los trajes que desfilarán este sábado así como fotografías antiguas, en la Casa de la Juventud. Pero a largo plazo nos gustaría poder desarrollar ese proyecto museístico donde los vecinos y visitantes puedan disfrutar de la moda, los utensilios de labranza, muebles, menajes de cocina, juguetes antiguos…Piezas que forman parte de nuestra vida y de nuestra historia, algo que hay que mimar al máximo.

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Un desfile histórico para Villacarrillo. La moda desde el siglo XV hasta 1970

¿Cómo evolucionó la vestimenta en Villacarrillo con el paso de los años? Una manera de comprobarlo será esta: desde la Asociación de Amigos de la Historia de Villacarrillo se pone en marcha una iniciativa única en nuestro pueblo y de un calado importante ya que no ha sido poco el trabajo para conseguir elaborar los trajes y vestidos que lucieron las/los villacarrillenses desde el siglo XV hasta 1970. Ahí es nada. Ya tendremos tiempo de hablar con más profundidad de esta fantástica idea y de cómo se ha recuperado/elaborado los conjuntos que lucirán unas serie de modelos de nuestro pueblo muy conocidas/os por nosotros. El desfile se llevará a cabo el próximo 22 de abril, a partir de las 20,00 h en el Centro de Ocio de Villacarrillo.

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El nº15 de la revista AHISVI a punto de salir a la venta

A punto estamos de poder disfrutar de esta nueva edición de la revista, publicada en Villacarrillo, más esperada del año. Desde la Asociación de Amigos de la Historia ya se enuncia que en breve se podrá adquirir en la librería de costumbre. Se trata del número 15 cuya portada está presidida por la Casa-palacio de la Conchas. Una publicación que se ha retrasado algo más en el tiempo lo que ha beneficiado su contenido ya que éste se amplía y nos ofrece una variedad, más que suculenta, de temáticas relacionadas con nuestro pueblo y su historia. Además de la propia portada os dejamos con el sumario para que vayáis tomando nota de su contenido. Repetimos que en breve se podrá adquirir en las librería de Villacarrillo o poniéndose en contacto con la propia asociación.

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NOVIEMBRE LITERARIO. EL CRIMINÓLOGO E HISTORIADOR, LUIS MIGUEL SÁNCHEZ TOSTADO PRESENTARÁ EN VILLACARRILLO SU ÚLTIMO TRABAJO; “HABLANDO EN PLATA”

Todo un acontecimiento que tendremos el placer de disfrutar el próximo 12 de noviembre en la Biblioteca Municipal “Francisco Tudela” a partir de las 19,30 horas. “Hablando en plata” es la última publicación del prestigioso investigador, criminólogo e historiador, Luis Miguel Sánchez Tostado. Uno de los escritores más prolíficos de nuestra provincia con 28 trabajos publicados. Para celebrar su 25 aniversario como escritor ha querido recopilar sus anécdotas más destacadas, vivencias y memorias dentro de una trayectoria no exenta de dificultades y mucho riesgo. Algunos de sus estudios han tenido un enorme impacto social y ha llegado a estar amenazado de muerte por ETA o por los cárteles de la droga. Ha desenmascarado casos, traiciones, motines. Todo alrededor de la criminalidad, la investigación y la defensa del patrimonio cultural. Algunos de estos capítulos le han traído a Villacarrillo. De todo esto nos hablará en plata y sin cortapisas. 

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Entre sus libro más destacados nos encontramos con : “Tráfico de drogas y consumo en el Campo de Gibraltar” , “La guerra no acabó en el 39”, “La Guerra Civil de Jaén” o “Crónicas del crimen”.

Luis Miguel estará con nosotros, repetimos, el 12 de noviembre. Entrada gratuita hasta completar aforo. Pero no será el único. Durante el mes de noviembre también contaremos con la presencia de Tomás López López (19 de noviembre, 19,30 horas) y Diego Marín Galisteo (26 de noviembre a las 19,30 horas) que vendrán a presentarnos sus respectivas obras literarias. 

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VILLACARRILLO TAURINA. UNA EXPOSICIÓN QUE HARÁ HISTORIA EL 9 DE SEPTIEMBRE

El próximo 9 de septiembre tendrá lugar otro de los grandes acontecimientos de estas inminentes fiestas. “Villacarrillo Taurina” engloba varias “artes” aplicadas al mundo del toro y a la enorme afición que existe en nuestra localidad a este respecto.

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Un acto en el que se presentará el dvd que nuestro amigo, Luis Poblaciones, ha realizado y en el que podremos ver imágenes de la historia de la Feria Taurina de Villacarrillo desde la década de los 20 hasta nuestros días. Del mismo modo contaremos con las actuaciones de la Academia de Danza “Castañuela” que bailarán el Bolero de Villacarrillo, entre otros bailes, también estará con nosotros la Agrupación Musical Cristóbal Marín y para terminar el acto se procederá a la inauguración de una exposición que reúne material histórico del devenir taurino del pueblo.

image5image4image3image2image1Una colección de fotografías, pinturas, carteles antiguos y alguna sorpresa más que descubriréis ese mismo miércoles. Las entradas (tan solo 3€) ya están a la venta en la Casa de la Juventud, en horario de oficina. En cualquier caso el mismo día 9 por la mañana (de 12,00 a 14,00 h) se abrirán las taquillas para que las podáis comprar y por la tarde, una hora antes del acto.  El dinero recaudado servirá para costear los gastos de edición y fabricación de los dvds. Organiza la Concejalía de Festejos con la colaboración de la Peña Taurina Sol y Sombra y las personas y artistas que ceden sus colecciones. 

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SUMARIO DE LA NUEVA REVISTA AHISVI. AMIGOS DE LA HISTORIA A POR EL NÚMERO 14 DE SU PUBLICACIÓN ANUAL

Una de las citas más esperadas del año, sin duda. Un encuentro con la historia y con aquellos que se preocupan de trabajarla para que el ciudadano de a pie se siga empapando de nuestras señas de identidad; de personajes muy queridos, de momentos puntuales que fueron clave para el devenir de nuestro pueblo y su comarca, oficios de antaño, el pasado mágico de nuestros monumentos, el dialecto campiñés, las Lermanas Mercedarias, motes y espeleología…son solo algunos ejemplos de lo que muy pronto nos podremos encontrar en las librerías de nuestra localidad. La revista camina hacia su décimo cuarta publicación; todo un orgullo para sus creadores, Amigos de la Historia, y todo un lujo para nosotros. Este es el sumario.

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AMIGOS DE LA HISTORIA A UN PASO DE ESTRENAR SU NUEVA REVISTA

*La publicación se podrá adquirir en las próximas semanas.

De momento ya tenemos la portada (preciosa) del número 14 de la revista AHISVI que edita anualmente la Asociación de Amigos de la Historia de Villacarrillo. El contenido lo conoceremos en breve, aunque ya os podemos adelantar que se hablará, entre otras muchas cosas, de la Iglesia de La Asunción, la Guerra Civil y su repercusión en Villacarrillo, nuestro pueblo en la época de los romanos y de personajes tan queridos como José María, recientemente fallecido, o don Enrique Suca. La portada es obra de Alejandro Vela Salas, licenciado en Bellas Artes en la especialidad de Diseño Gráfico. Profesor de Dibujo de Enseñanza Secundaria. El trabajo, realizado en tinta china con retoques de dibujo digital, nos muestra el balcón principal de la casa de la familia Rodero (Plaza Serrano Sanmarín). 

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