
Villacarrillo ha sido todo un espectáculo durante el pasado fin de semana. Ni la Gran Vía de Madrid ha tenido tantos eventos, tan variados y te tanta calidad. No es por falta de humildad, pero es que ha sido un fin de semana tan apoteósico que nos emociona ver cómo el Coliseo bulle de vida, pasión y entrega. También de solidaridad y Derechos Humanos. Un Coliseo por el que han pasado, en tres días, más de 700 personas. Un Coliseo por el que se han recogido centenares de kilos de alimentos para Cruz Roja. Un teatro flamenco, circense, musical y de cuento.
Viernes de flamenco con una segunda gala que pretende conmemorar el Día Internacional del Flamenco. Flamenco solidario y de una altísima calidad. Para muestra, unas castañuelas, las de Moisés Navarro:
Y luego vinieron Lucía Leiva y Blas Mora para rematar una noche mágica. Fotografías de José Luis Martínez.
Después celebramos la música, Santa Cecilia, con una espectacular Asociación Musical Cristóbal Marín, que, junto a los payasos Salpiñoni, dejaron sembradas las butacas del Coliseo de risas, muchas risas. Muy grandes, ambos. La asociación no deja de buscar formulas para que la gente siga amando la música y por crear nuevos aficionados. Con este manera de hacer las cosas solo podemos seguir quitándonos el sombrero.
Y para terminar la semana, ayer domingo, la compañía Small Clowns también llenó el Coliseo. Le dio la vuelta al cuento de los tres cerditos para lanzar un claro mensaje en el Día Internacional de los Derechos de la Infancia: la Igualdad y el trabajo en equipo siguen siendo valores que hay que seguir fomentando entre grandes y chicos. Unos como otros disfrutaron ayer de una ternura rosa que nos enamoró a todos los allí presentes.
